Fármacos específicos
Información sobre “Biosimilares”, realizada y revisada por: Dra. Pilar Robledo Andrés. Servicio de Digestivo. Hospital San Pedro de Alcántara (Cáceres).
Información sobre “Inhibidores de la JAK-Kinasa”, realizada y revisada por: Dr. Alejandro Hernández Camba. Hospital Nuestra Señora de Candelaria (Santa Cruz de Tenerife).
Vídeos Serie “Como funcionan los fármacos en la EII”: Dr. J.Cid. Inmunología. Complejo Hospitalario A Coruña. Dra. A. Echarri. Unidad EII. Complejo Hospitalario Ferrol.
Vídeo educativo: “Tratamiento tópico de la Colitis ulcerosa” y “Tuberculosis y enfermedad inflamatoria intestinal”, realizados y revisados por: GETECCU, Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa.
Vídeo serie: “Hablando con profesionales – Riesgo de infecciones relacionado con el tratamiento biológico”, Dr. Luis Anibarro. Unidad de Tuberculosis. H.Pontevedra
Corticoides
Los corticoides también conocidos como corticosteroides, glucocorticoides o esteroides; son fármacos que actúan regulando la respuesta del sistema inmunitario y disminuyendo la producción celular de sustancias que provocan la inflamación intestinal.
El principal inconveniente de estos medicamentos son los numerosos efectos secundarios sistémicos que producen, sobre todo, si se utilizan durante largos periodos. Por eso, su uso se limita sólo durante los brotes de la enfermedad y nunca como tratamiento de mantenimiento.
Se usan para disminuir la inflamación del intestino durante los brotes. Hay algunos pacientes que no responden a corticoides (corticorefractarios) o dependen de su administración continua (corticodependientes) lo que implica que una suspensión o una bajada de la dosis de corticoides puede conducir a un empeoramiento o aparición de la enfermedad.
Dr. J.Cid. Inmunología. Complejo Hospitalario A Coruña. Dra. A. Echarri. Unidad EII. Complejo Hospitalario Ferrol.
¿Cómo se administran?
Los corticoides pueden ser administrados por vena (vía intravenosa), generalmente en brotes graves que requieren ingreso, o por boca (vía oral), para conseguir un efecto general en el organismo (acción sistémica); o en forma de enema o espuma para la administración a través del ano (vía rectal), con el fin de actuar en determinadas zonas del intestino (acción local).
La acción local también se puede conseguir administrando por vía oral, los llamados corticoides de “acción local”, en forma de cápsulas o gránulos que resisten el paso por el estómago (gastrorresistentes) y se liberan en el intestino, donde realizaran su función. Es importante no machacarlos ni triturarlos antes de su ingestión. Estos corticoides de “acción local”, como la budesonida y la beclometasona, en general producen menos efectos secundarios generales que los corticoides habituales.
En general, la dosis diaria total de corticoide se administra en una sola toma, preferiblemente por la mañana, durante o después del desayuno; aunque en algunos casos puede ser necesario repartir la dosis en varias tomas.
Cuando el médico considere que la enfermedad ya está controlada disminuirá gradualmente la dosis de corticoide.
¿Qué efectos secundarios me pueden producir?
Sus efectos adversos se relacionan con la dosis y duración del tratamiento. Los tratamientos de corta duración suelen producir síntomas, todos reversibles al suspender el tratamiento, como: retención de líquidos, acné, estrías, vello, aumento de peso con cara en luna llena, aparición o empeoramiento de la diabetes, hipertensión y molestias gastrointestinales leves. Pueden asociarse a leves alteraciones del comportamiento como euforia excesiva, aumento de apetito, insomnio y ocasionalmente depresión.
Si los corticoides se emplean a largo plazo o a dosis altas los efectos secundarios son más graves y algunos de ellos irreversibles: cataratas, osteoporosis, dolores articulares, desarrollo de infecciones.
¿Dónde se puede encontrar más información sobre el corticoide que se está tomando?
A continuación se muestra un listado de los principios activos y presentaciones comerciales de los diferentes corticoides utilizados en el tratamiento de la EII. Clicando en la presentación comercial, se podrá acceder al prospecto de cada medicamento (Centro de Información online de Medicamentos, CIMA1); en el prospecto se encontrará información sobre las precauciones de uso del medicamento, modo de administración, conservación de los mismos y posibles efectos adversos.
La información contenida en los respectivos prospectos, se renueva periódicamente, por lo que en ocasiones puede ser discordante con las indicaciones del especialista y existir cierto desfase entre la nueva información sobre las precauciones, modo de administración, conservación y posible efectos secundarios de los mismos. Ante la duda preguntar al médico.
VIA ORAL | |
PRINCIPIO ACTIVO | PRESENTACIÓN COMERCIAL |
Beclometasona | Clipper® Comprimidos |
Budesonida | Intestifalk® Comprimidos – Intestifalk® Uno Granulado Sobres |
Entocord® Comprimidos | |
Deflazacort | Deflazacort EFG 6mg comprimidos – Deflazacort EFG 30mg comprimidos |
Dezacor® 6mg comprimidosDezacor® 30mg comprimidos | |
Zamene® 6mg comprimidos – Zamene® 30mg comprimidos | |
Metilprednisolona | Urbason® 4mg comprimidos – Urbason® 16mg comprimidos – Urbason® 40mg comprimidos |
Prednisona | Dacortin® 5mg comprimidos – Dacortin® 30mg comprimidos |
Prednisona alonga® 5mg comprimidos – Prednisona alonga® 10mg comprimidos – Prednisona alonga® 50mg comprimidos | |
Datos recogidos del Centro de información online de medicamentos (CIMA). En: Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de: http://www.aemps.gob.es/.
VIA RECTAL | |
PRINCIPIO ACTIVO | PRESENTACIÓN COMERCIAL |
Beclometasona | Becloenema® |
Budesonida | Intestifalk® Espuma rectal |
Entocord® Enema |
Datos recogidos del Centro de información online de medicamentos (CIMA). En: Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de: http://www.aemps.gob.es/.
Aminosalicilatos: Sulfasalazina y Mesalazina
La Sulfasalazina y la Mesalazina son aminosalicilatos, considerados como antiinflamatorios tópicos, es decir, disminuyen la inflamación a su paso por el intestino. Se utilizan para el tratamiento de los brotes (fase aguda) y para la prevención de recaídas (fase de mantenimiento) fundamentalmente en los casos de Colitis Ulcerosa y algunas formas o localizaciones en la Enfermedad de Crohn.
¿Cómo se administran?
La Sulfazalazina se presenta en comprimidos para tomar por boca (vía oral). Se recomienda administrar con alimentos para mejorar la tolerancia. Actualmente apenas se utiliza, dado el número de efectos secundarios que puede ocasionar; salvo en algunos casos con afectación reumatológica moderada.
La Mesalazina puede encontrarse en forma de comprimidos y granulados para tomar por boca (vía oral) y en forma de enema, espuma rectal o supositorios para la administración en el recto a través del ano (vía rectal).
¿Qué efectos secundarios pueden presentar?
- Sulfasalazina
Hasta un 40% de los pacientes en tratamiento con sulfasalazina presentan efectos secundarios, principalmente nauseas, vomitos, dolor de cabeza, malestar gástrico o fatiga. Pueden mejorar administrando la medicación con la comida o reduciendo la dosis. Muy raramente pueden ocasionar reacciones dermatológicas alérgicas, daño en la medula ósea o inflamación del páncreas, hígado, pulmón o corazón. Se ha relacionado con infertilidad reversible al suspender el fármaco. Se aconseja la administración de acido fólico ya que puede favorecer su déficit.
- Mesalazinas
Las mesalazinas son fármacos muy bien tolerados y seguros. Ocasionalmente presentan efectos secundarios generalmente muy leves, como dolor abdominal, náuseas y vómitos.
Se aconseja realizar una analítica periódicamente, para detectar posibles efectos sobre la función renal.
¿Cuándo está indicado el tratamiento vía rectal? ¿Hay diferencias entre las diferentes formas de presentación?
Entre un 65-70% de pacientes con colitis ulcerosa presentan formas de afectación distal (que pueden extenderse desde recto hasta angulo esplénico) susceptibles de tratamiento con mesalazina rectal.
En comparación con el tratamiento oral, el tratamiento tópico (vía rectal) ofrece ciertas ventajas como son la liberación directa del fármaco en la zona de inflamación con rápida respuesta sintomática, la administración en dosis única/diaria y la seguridad del fármaco administrado por esta vía.
La distribución del fármaco a lo largo del recto, sigma y colon izquierdo, es variable según el modo de liberación y está en función de su presentación comercial:
a) Supositorio: liberación del fármaco limitada al recto (15-20cms desde margen anal)
b) Espuma rectal: la liberación del fármaco puede llegar a sigma y colon descendente
c) Enema: la liberación del fármaco puede alcanzar hasta ángulo esplénico
GETECCU, Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa.
¿Dónde se puede encontrar más información sobre el aminosalicilato que se está tomando?
En la siguiente tabla se muestra un listado de los principios activos y nombres comerciales de los aminosalicilatos más empleados en el tratamiento de la EII. Clicando en la presentación comercial, se podrá acceder al prospecto de cada medicamento (Centro de Información online de Medicamentos, CIMA1); en el prospecto se encontrará información sobre las precauciones de uso del medicamento, modo de administración, conservación de los mismos y posibles efectos adversos.
La información contenida en los respectivos prospectos, se renueva periódicamente, por lo que en ocasiones puede ser discordante con las indicaciones del especialista y existir cierto desfase entre la nueva información sobre las precauciones, modo de administración, conservación y posible efectos secundarios de los mismos. Ante la duda preguntar al médico.
VIA ORAL | |
PRINCIPIO ACTIVO | PRESENTACIÓN COMERCIAL |
Sulfazalazina | Salazopyrina® Comprimidos |
Mesalazina | Claversal® Comprimidos |
Asacol® Comprimidos | |
Mezavant® Comprimidos | |
Pentasa® Comprimidos (500 mg) – Pentasa® Comprimidos (1 gramo) | |
Pentasa® Granulado Sobres (1 gramo) – Pentasa® Granulado Sobres (2 gramos) – Pentasa® Granulado (4 gramos) | |
Salofalk® Granulado Sobres (1 gramo) – Salofalk® Granulado Sobres (1,5 gramos) – Salofalk® Granulado Sobres (3 gramos) | |
Datos recogidos del Centro de información online de medicamentos (CIMA). En: Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de: http://www.aemps.gob.es/.
VÍA RECTAL | |
PRINCIPIO ACTIVO | PRESENTACIÓN COMERCIAL |
Mesalazina | Claversal® Espuma rectal – Claversal® Supositorios |
Pentasa® Supositorios – Pentasa® Suspensión rectal | |
Salofalk® Espuma rectal Salofalk® Supositorios – Salofalk® Suspensión rectal | |
Datos recogidos del Centro de información online de medicamentos (CIMA). En: Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de: http://www.aemps.gob.es/.
Inmunosupresores
Los inmunosupresores son fármacos que reducen la actividad del sistema inmune, cuya respuesta inmunológica está alterada en la enfermedad inflamatoria intestinal, disminuyendo de esta forma la inflamación.
Se usan tanto en la enfermedad de Crohn como en la Colitis ulcerosa y son eficaces para mantener la enfermedad inactiva (en remisión o sin brotes), prevenir situaciones de recurrencia tras cirugía en la enfermedad de Crohn y tratar las situaciones de corticodependencia (pacientes que empeoran al suspender o disminuir la dosis de corticoides) y corticorresistencia o corticorrefractariedad (pacientes que no responden al tratamiento corticoideo).
Los inmunosupresores generalmente utilizados en la EII, son el grupo de las tiopurinas, zatioprina y mercaptopurina, y el metotrexato. En algunos casos en los que estos fármacos no han sido eficaces como tratamiento de mantenimiento pueden utilizarse otros inmunosupresores como el Metotrexato, generalmente administrado vía subcutánea, Ciclosporina o Tacrolimus.
Dr. J.Cid. Inmunología. Complejo Hospitalario A Coruña. Dra. A. Echarri. Unidad EII. Complejo Hospitalario Ferrol.
¿Cómo se administran?
Los inmunosupresores generalmente son administrados por boca (vía oral), a excepción del Metotrexato que se administra a través de una inyección bajo la piel (vía subcutánea) o de la Ciclosporina, que se administra por vía intravenosa en caso de brotes graves refractarios.
La dosis administrada del inmunosupresor, será determinada por el médico o especialista en función del peso del paciente, de la respuesta al tratamiento y de otros factores específicos de cada fármaco. Una vez estimada la cantidad de fármaco necesaria y específica para cada paciente, puede ser necesario en algunos casos, realizar un análisis de sangre para comprobar que la dosis es la correcta o para ajustarla en caso de que fuera necesario.
Tanto la Azatioprina como la Mercaptopurina son fármacos de acción lenta, es decir, se debe esperar unos 3- 4 meses antes de que podamos obtener su máximo efecto.
En caso de que el fármaco se administre en forma de comprimidos y/o cápsulas, se recomienda tomarlos enteros con un vaso de agua, evitando machacarlos o triturarlos.
¿Qué efectos secundarios pueden aparecer?
Los efectos adversos relacionados con el tratamiento con Azatioprina o Mercaptopurina pueden presentarse de manera precoz, durante las primeras semanas o en cualquier momento del tratamiento, y generalmente desaparecen al disminuir la dosis o suspender el fármaco.
Se calcula que aproximadamente un 20%-25% de los pacientes pueden presentar efectos adversos que condicionaran la suspensión del fármaco hasta en un 10-15% de los casos. Se clasifican en:
- Efectos secundarios alérgicos: Hay una serie de efectos adversos que se consideran alérgicos o idiosincrásicos, generalmente de aparición en las primeras semanas de tratamiento e independientes de la dosis administrada, siendo frecuente su re-aparición con la re-exposición al fármaco.
En este grupo se incluye la intolerancia a la medicación, desarrollando un síndrome pseudogripal con fiebre, dolores articulares, erupciones cutáneas, o la intolerancia digestiva con malestar abdominal, naúseas/vómitos. Hasta la mitad de los pacientes que no toleran azatioprina, pueden tolerar mercaptopurina. Dentro de este grupo de efectos secundarios, se ha descrito pancreatitis aguda, generalmente leve, en un 4% de los pacientes tratados con tiopurinas. - Otros efectos no alérgicos relacionados con el metabolismo del fármaco o con su efecto inmunomodulador:
- 2.1 En relación con el metabolismo del imurel, pueden acumularse metabolitos que condicionen la aparición de una disminución de las células de la sangre (leucocitos, glóbulos rojos o plaquetas) o alteración de la analítica hepática, pudiendo requerir un ajuste de la dosis del fármaco. Este efecto puede ocurrir en cualquier momento del tratamiento, por lo que y con el fin de vigilar posibles alteraciones, tu médico te programará controles analíticos periódicos cada 3-6 meses.
- 2.2 En relación con su efecto inmunomodulador puede existir relación con la aparición de infecciones o tumores. En lo que respecta a la presencia de infecciones, en líneas generales, se puede considerar que el paciente en tratamiento inmunosupresor (tiopurinas, metotrexato y corticoides a dosis mayores de 20mg durante más de 2 semanas), presenta un leve incremento en el riesgo de infecciones, que puede estar relacionado tanto con la disminución de leucocitos como con otros factores individuales que puedan coincidir con el tratamiento inmunosupresor, como el estado de malnutrición, la enfermedad grave o mal controlada, la edad mayor de 65 años, o la presencia de comorbilidades asociadas (EPOC, diabetes, etc); así como en el caso de utilizar combinaciones de tratamiento inmunomodulador.
Se han descrito infecciones graves hasta en un 6% de pacientes con leucopenias (disminución del número de leucocitos), por lo que se recomienda monitorización analítica; además de una mayor incidencia de diversas infecciones oportunistas como herpes zóster, listeriosis, etc., aunque el riesgo es muy bajo. Entre las infecciones no graves se ha encontrado un aumento de las producidas por el virus del herpes simple o genital y de verrugas cutáneas, aunque no de infecciones respiratorias virales. Antes de iniciar el tratamiento con inmunosupresores, se recomienda valorar y actualizar el calendario vacunal.
Es fundamental evitar la exposición solar y utilizar protectores solares dado el incremento de aparición de cáncer de piel no melanoma. Cualquier lesión dérmica extraña, que no cicatrice o aparezca una y otra vez debe ser valorada por su médico o dermatólogo.
El metotrexato es teratógeno, es decir, puede causar malformaciones fetales, por lo que no debe usarse si usted (hombre o mujer) quiere tener hijos o suspenderse 6 meses antes del embarazo. Durante su uso es fundamental utilizar siempre medios anticonceptivos.
Los principales efectos secundarios son digestivos como nauseas, vómitos, diarrea o aftas en la boca; si bien suelen evitarse con la administración al día siguiente de ácido fólico. En algunas ocasiones puede observarse toxicidad en el hígado, por lo que es necesario un control analítico de forma periódica y ocasionalmente una prueba específica para evaluar el desarrollo de fibrosis hepática (ecografía o fibroscan).
Además, bloquea la absorción de ácido fólico por el organismo, por lo que es necesario un suplemento durante su tratamiento. Generalmente se administra una vez por semana por vía subcutánea mediante una jeringa precargada. En algunos pacientes puede utilizarse la vía de administración oral.
Ciclosporina y tacrolimus requieren unos controles especiales para ajustar sus dosis. Debe vigilarse la tensión de la sangre y la función renal durante su administración. Pueden presentarse dolor de cabeza y temblores, calambres musculares, fatiga, aumento de colesterol y sensación de hormigueo.
¿Dónde se puede encontrar más información sobre el inmunosupresor que se está tomando?
En el siguiente listado se pueden observar los principios activos y presentaciones comerciales de los diferentes inmunosupresores utilizados en el tratamiento de la EII. Clicando en cada una de las presentaciones comerciales, se podrá acceder al prospecto de cada medicamento (Centro de Información online de Medicamentos, CIMA1); en el prospecto se encontrará información sobre las precauciones de uso del medicamento, modo de administración, conservación de los mismos y posibles efectos adversos.
La información contenida en los respectivos prospectos, se renueva periódicamente, por lo que en ocasiones puede ser discordante con las indicaciones del especialista y existir cierto desfase entre la nueva información sobre las precauciones, modo de administración, conservación y posible efectos secundarios de los mismos. Ante la duda preguntar al médico.
VIA ORAL Y SUBCUTANEA | |
PRINCIPIO ACTIVO | PRESENTACIÓN COMERCIAL |
Azatioprina | Imurel® Comprimidos |
Mercaptopurina | Mercaptopurina EFG® Comprimidos |
Ciclosporina | Sandimmun neoral® 25mg cápsulas – Sandimmun neoral® 50mg cápsulas – Sandimmun neoral® 100mg cápsulas |
Metotrexato | Bertanel® jeringa precargada |
Metoject® jeringa precargada | |
Metotrexato EFG 2,5mg comprimidos | |
Micofenolato de Mofetilo | Cellcept® 250mg Cápsulas – Cellcept® 500mg Comprimidos |
Micofenolato de mofetilo EFG 250mg cápsulas – Micofenolato de mofetilo EFG 500mg comprimidos | |
Myfenax® 250mg Cápsulas – Myfenax® 500mg Comprimidos | |
Datos recogidos del Centro de información online de medicamentos (CIMA). En: Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de: http://www.aemps.gob.es/.
Tratamientos biológicos
La mayoría de los medicamentos se sintetizan combinando diferentes sustancias químicas. En contraste, los medicamentos biológicos, son fármacos complejos que se obtienen a partir de sistemas vivos (bacterias, levaduras o células).
Los mecanismos de acción de los fármacos biológicos son diversos:
- Bloquear mediadores de inflamación liberados por linfocitos T que han sido activados (como es el caso de fármacos anti-TNF que bloquean el factor de necrosis tumoral)
- Bloquear receptores de membrana celular que facilitan la entrada de células inflamatorias al intestino (como es el caso de los fármacos antagonistas de los receptores de integrina)
- Bloquear la acción de proteínas reguladoras de la respuesta inmune como diferentes interleucinas
Los tratamientos biológicos están indicados en pacientes diagnosticados de enfermedad de Crohn o Colitis ulcerosa, con un brote moderado-grave que no responda favorablemente a los tratamientos convencionales o que han presentado intolerancia y/o contraindicación a la terapia convencional (corticoides, inmunosupresores, etc.).
En ocasiones es necesaria la combinación con otros fármacos, generalmente inmunosupresores (tiopurinas, metotrexate) para aumentar su eficacia o reducir su inmunogenicidad (desarrollo de anticuerpos contra el fármaco, bloqueándolo y disminuyendo su respuesta).
Antes de iniciar un tratamiento biológico es necesario conocer el estado de inmunización del paciente frente a diferentes infecciones y su necesidad de vacunación (hepatitis, varicela, etc) y descartar una infección latente por tuberculosis mediante radiografía de tórax, prueba de tuberculina (Mantoux) o análisis de sangre (Quantiferon).
La elección del fármaco y del momento más adecuado para iniciar el tratamiento biológico, depende de las características del paciente, de la enfermedad y de su curso evolutivo.
Dr. J.Cid. Inmunología. Complejo Hospitalario A Coruña. Dra. A. Echarri. Unidad EII. Complejo Hospitalario Ferrol.
médico decidirá la frecuencia de administración en función de la respuesta o la pérdida
de eficacia cada 8 ó 4 semanas. Actualmente existe también Vedolizumab de
administración subcutánea cada 2 semanas.TIPOS DE FARMACOS BIOLÓGICOS. MECANISMO DE ACCIÓN
1. Fármacos antiTNF y Biosimilares: Infliximab, Adalimumab, Golimumab
Los primeros fármacos biológicos utilizados en el tratamiento de la EII fueron los denominados anticuerpos anti-factor de necrosis tumoral o fármacos anti-TNF. Son versiones modificadas de proteínas del sistema inmune (anticuerpos) diseñados para atacar al TNF. El factor de necrosis tumoral (TNF), es una de las moléculas responsables del proceso inflamatoria desencadenado durante un brote tanto de enfermedad de Crohn como de Colitis ulcerosa, bloqueando su actividad.
Los fármacos anti-TNF autorizados en España para el tratamiento de la EII son: Infliximab (Remicade®), Adalimumab (Humira®) y Golimumab (Simponi®). Actualmente están aprobados para su uso en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal diversos fármacos biosimilares de Infliximab (Inflectra®, Remsima®, Zessly® y Flixabi®) y de Adalimumab (Hyrimoz®, Amgevita®, Yuflima®, Imraldi® e Idacio®).
Biosimilares ANTI-TNF
Un fármaco biosimilar es un medicamento que contiene una versión de la sustancia activa de un medicamento biológico original ya autorizado (medicamento de referencia). También son medicamentos biológicos, que se comercializan después de que ha expirado la patente del medicamento de referencia.
Son fármacos con las mismas indicaciones que el medicamento de referencia y se administran con la misma pauta, dosis y vía.
Los estudios de pre-comercialización del biosimilar se han hecho en pacientes con Artritis Reumatoide y Espondilitis Anquilosante y no se ha encontrado diferencias. Después de su comercialización, ya en Enfermedad Inflamatoria Intestinal, los resultados en práctica clínica vienen a demostrar que tampoco hay diferencias de seguridad y eficacia, tanto para adultos como para niños.
Como todos los fármacos biológicos, están sujetos a programas de fármaco-vigilancia para controlar el uso de estos medicamentos y poder detectar si se produce algún problema
¿Son igual que los genéricos?
No, los “Genéricos” son productos que tienen la misma composición cualitativa y cuantitativa en principios activos y la misma forma farmacéutica. Al ser sintetizados químicamente, se pueden hacer productos exactos al original.
En un esfuerzo por desarrollar algo como un genérico para los biológicos, los científicos han creado los biosimilares. Son productos sintetizados utilizando la biotecnología, tecnología que utiliza sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados (modificados genéticamente) para la creación o modificación de productos, en este caso el desarrollo de biosimilares, resultando parecidos a un biológico particular, pero sin ser idénticos. Todos los biosimilares difieren del producto innovador y de cualquier otro biosimilar.
Para ser autorizados deben probar su similitud en cuanto a calidad, actividad biológica, seguridad y eficacia.
Actualmente están aprobados para su uso en la enfermedad inflamatoria intestinal varios biosimilares de Infliximab (Inflectra®, Remsima®, Zessly® y Flixabi®) y de Adalimumab (Hyrimoz®, Amgevita®, Yuflima®, Imraldi® e Idacio®).
¿Quién tiene que decidir qué tratamiento poner?
La decisión de todos los tratamientos debe ser conjunta entre el paciente y su médico. La persona que indica el tratamiento siempre es el médico, pero el paciente debe saber por qué recibe ese tratamiento, qué se espera de él, qué efectos puede causarle, etc, y ser co-responsable en la decisión final.
Tanto el médico como el paciente tienen la responsabilidad de velar por la sostenibilidad del sistema sanitario y por el buen uso de los recursos, cuidando también, dentro de sus posibilidades, los aspectos económicos. En este sentido, deben participar también los farmacéuticos y las autoridades sanitarias, velando por la mejora de la salud de las personas y de la población en su conjunto.
¿Cómo se administran?
Adalimumab y Golimumab se administran por vía subcutánea (debajo de la piel), lo que favorece su autoadministración, mientras que la administración de Infliximab es en perfusión intravenosa. Actualmente existe también disponible infliximab de administración subcutánea.
El médico decidirá la dosis y frecuencia de administración de estos fármacos en función del peso, respuesta, pérdida de eficacia y tolerancia al tratamiento. En ocasiones, antes de la administración intravenosa de estos fármacos, puede ser necesaria la administración de corticoides o antihistamínicos para reducir el riesgo de reacción a la infusión del medicamento.
2. Fármacos anti-integrina: Vedolizumab
Actualmente está autorizado en España la utilización de un fármaco anti-integrina: Vedolizumab (Entyvio®) tanto para la enfermedad de Crohn como para la colitis ulcerosa que presenten pérdida de respuesta o intolerancia al tratamiento con
inmunosupresores u otros biológicos, y para la reservoritis crónica activa, de moderada a grave, en pacientes adultos que se han sometido a proctocolectomía y anastomosis anal del reservorio ileal por colitis ulcerosa, y hayan tenido una respuesta inadecuada o presenten pérdida de respuesta al tratamiento con antibióticos u otros fármacos.
Su mecanismo de acción es el bloqueo de receptores de integrina. Las integrinas son receptores de membrana celular que permiten el paso de glóbulos blancos y linfocitos al intestino (en número aumentado en condiciones de inflamación). Los fármacos anti-integrinas disminuyen la entrada de células inflamatorias al intestino.
Son fármacos seguros por la selectividad intestinal que presentan, pero se ha de seguir las mismas recomendaciones que para todos los fármacos biológicos.
¿Cómo se administra?
La administración de Vedolizumab es en perfusión intravenosa. Su médico decidirá la frecuencia de administración en función de la respuesta o la pérdida de eficacia cada 8 ó 4 semanas. Actualmente existe también Vedolizumab de administración subcutánea cada 2 semanas.
Anti-integrinas y enfermedad inflamatoria intestinal
Dra. Monica Sierra. Unidad EII. Hospital de León
Dr. Javier Cid. Inmunología. Complejo Hospitalario A Coruña
3. Fármacos anti-interleucina: Ustekinumab y Risankizumab
Las interleucinas son proteínas reguladoras de la respuesta inmunitaria. Ambas están elevadas en la enfermedad inflamatoria intestinal, produciendo una activación y proliferación linfocitaria, que desencadena una respuesta inflamatoria relacionada con el desarrollo y la actividad de la enfermedad inflamatoria intestinal.
Actualmente existen dos tipos de fármacos autorizados en España: un fármaco inhibidor no selectivo de interleucinas (anti- IL-12/23): Ustekinumab (Stelara®) y el grupo de fármacos inhibidores selectivos de interleucinas (los que sólo bloquean la IL-23), estando actualmente aprobado y disponible para su uso Risankizumab (Skyrizi ®). Ustekinumab y Risankisumab están indicados en el tratamiento de la colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn moderada a grave que han tenido una respuesta inadecuada, han perdido respuesta o han sido intolerantes al tratamiento convencional o a un fármaco biológico (Risankizumab por el momento sólo está autorizado en Enfermedad de Crohn).
Ambos fármacos se caracterizan por su alta eficacia en el control de la inflamación y se suelen usar en monoterapia (sin otros fármacos asociados). Son fármacos seguros con baja tasa de infecciones o efectos adversos, pero no están exentos, con lo que se han de seguir las mismas recomendaciones que para todos los fármacos biológicos.
¿Cómo se administran?
Ustekinumab (Stelera®) se administra la primera dosis intravenosa y después en autoadministración subcutánea cada 12, 8 ó 4 semanas.
Risankizumab (Skirizy®) se administra mediante tres dosis de inducción intravenosas separadas un mes, siguiendo con autoadministración subcutánea al mes y después cada 8 semanas.
FARMACOS BIOLOGICOS. EFECTOS SECUNDARIOS
Los efectos secundarios de los tratamientos biológicos habitualmente son leves. Entre ellos podemos encontrar:
- Molestias en la zona de inyección con el uso de tratamientos subcutáneos, generalmente leves y autolimitadas.
- Algunos pacientes en tratamiento intravenoso pueden presentar reacciones infusionales (con diferentes efectos secundarios como urticaria, enrojecimiento, erupción cutánea, picor e hinchazón en los labios y garganta, dolor de cabeza y/o dificultad para respirar). En estos casos puede ser necesario el tratamiento previo con corticoides o antihistamínicos y disminuir el ritmo infusional del tratamiento. Como reacciones más tardías en los siguientes días, puede experimentarse cansancio, dolores musculares o articulares. En caso de reacciones graves puede ser necesario suspender el fármaco.
- Producción de anticuerpos contra el fármaco biológico (más frecuente en caso de fármacos antiTNF: infliximab y adalimumab), que se “pegan” al fármaco y neutralizan su efecto; lo que se puede relacionar con una pérdida de eficacia al fármaco y necesidad de intensificar o cambiar el tratamiento.
- Posible ligero aumento del riesgo de infecciones (con mayor frecuencia infecciones respiratorias leves),aunque en la mayoría de los casos son banales. Se aconseja a los pacientes que inicien este tratamiento deben tener actualizado su calendario vacunal.
- Posibilidad de reactivación de infecciones que estén “dormidas” en nuestro organismo, como es el caso de la tuberculosis. Hay que comprobar antes del tratamiento, si el paciente ha estado en contacto previo con la tuberculosis, por lo que se llevará a cabo una radiografía del tórax y se realizará la prueba del Mantoux o el test de IGRA (quantiferon). Si estas pruebas son positivas, está indicado en muchos casos el tratamiento profiláctico de la misma.
- Es fundamental evitar la exposición solar y utilizar protectores solares dado el incremento de aparición de cáncer de piel.
En caso de aparición de posibles efectos secundarios o presencia de fiebre o posible cuadro infeccioso, se recomienda consultar su médico.
GETECCU, Grupo Español de Trabajo en
Enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa.
Dr. Luis Anibarro. Unidad de Tuberculosis. H.Pontevedra
¿Dónde se puede encontrar más información sobre los tratamientos biológicos que se está tomando?
En la siguiente tabla se muestran los principios activos y presentaciones comerciales de los fármacos biológicos disponibles para el tratamiento de la EII. Clicando en la presentación comercial, se podrá acceder al prospecto de cada medicamento (Centro de Información online de Medicamentos, CIMA 1); en el prospecto se encontrará información sobre las precauciones de uso del medicamento, modo de administración, conservación de los mismos y posibles efectos adversos.
La información contenida en los respectivos prospectos, se renueva periódicamente, por lo que en ocasiones puede ser discordante con las indicaciones del especialista y existir cierto desfase entre la nueva información sobre las precauciones, modo de administración, conservación y posible efectos secundarios de los mismos. Ante la duda preguntar al médico.
Datos recogidos del Centro de información online de medicamentos (CIMA). En: Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de: http://www.aemps.gob.es/.
Fármacos Inhibidores JAK-Kinasa
Las JAK-Kinasas son una familia de proteínas que facilitan la activación de la respuesta inmune e inflamatoria. En los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, la respuesta inmune está alterada provocando inflamación. Los fármacos inhibidores de la JAK-kinasa bloquean esta respuesta inmune alterada logrando reducir dicha inflamación y sus efectos.
En la actualidad está disponible un inhibidor de la JAK-kinasa llamado Tofacitinib que ha sido aprobado para tratar la colitis ulcerosa activa de moderada a severa en adultos. Este fármaco es una opción cuando los tratamientos convencionales (como los corticoides, inmunosupresores o medicamentos biológicos) no han sido efectivos, dejan de funcionar o han producido efectos secundarios que obligan a suspenderlos.
¿Cómo se administra?
Una de las ventajas que tiene Tofacitinib es su administración oral. Se recomienda tomar los comprimidos enteros con un vaso de agua, aunque si tiene dificultad para tragarlo se puede triturar.
Es aconsejable tomar los comprimidos a la misma hora todos los días (un comprimido por la mañana y un comprimido por la noche).
¿Qué efectos secundarios pueden aparecer?
Tofacitinib, como cualquier otro medicamento puede causar de manera excepcional, una reacción alérgica tras su toma, con desarrollo de alguno de los siguientes síntomas: dificultad para respirar o tragar, erupción en la piel, cara hinchada incluyendo labios y boca o hinchazón de manos y pies.
Algunos pacientes presentan efectos secundarios como dolor de cabeza, insomnio, hipertensión arterial, congestión nasal, nasofaringitis, nauseas, dolor en las articulaciones o dolor abdominal. Se ha descrito de manera excepcional (riesgo muy bajo) algún caso de perforación intestinal.
Como en el resto de fármacos inmunosupresores y biológicos, existe un ligero aumento del riesgo de infecciones, especialmente por reactivación del virus herpes zóster. Se aconseja a los pacientes que inicien este tratamiento tener al día el calendario vacunal y en caso de fiebre, síntomas de infección, o desarrollo de erupciones cutáneas, ponerse en contacto inmediato con su especialista quien valorará la suspensión del tratamiento.
Por el mismo motivo se aconseja evitar el contacto cercano con personas que presenten una infección activa. Esto incluye virus y bacterias que causan varicela, herpes zóster, sarampión y enfermedad neumocócica.
Tofacitinib puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos en las piernas (trombosis venosa profunda) o pulmones (tromboembolismo pulmonar) por lo que se tendrá en cuenta la presencia de factores de riesgo (fumador, antecedentes previos de trombosis, tratamiento hormonal, edad, sedentarismo), a la hora de planificar el tratamiento. Se debe buscar atención médica urgente si desarrolla hinchazón de las piernas o los brazos con la piel enrojecida, dificultad para respirar, dolor de pecho o de espalda mientras toma este medicamento.
Algunos pacientes pueden elevar los niveles de colesterol en sangre con el tratamiento, por lo que serán pautados controles del perfil lipídico en las consultas de seguimiento.
En los controles analíticos se puede observar anemia y aumento de las enzimas hepáticas (transaminasas).
Es fundamental evitar la exposición solar y utilizar protectores solares dado el ligero incremento de aparición de cáncer de piel en las personas en tratamiento con Tofacitinib.
¿Dónde se puede encontrar más información sobre Tofacitinib?
A continuación tiene disponible un enlace con la presentación comercial del Tofacitinib en la que podrá acceder al prospecto del medicamento (Centro de Información online de Medicamentos, CIMA1); en el prospecto se encontrará información sobre las precauciones de uso del medicamento, modo de administración, conservación de los mismos y posibles efectos adversos.
La información contenida en el prospectos se renueva periódicamente, por lo que en ocasiones puede ser discordante con las indicaciones del especialista y existir cierto desfase entre la nueva información sobre las precauciones, modo de administración, conservación y posible efectos secundarios del mismo. Ante la duda preguntar al médico.
Datos recogidos del Centro de información online de medicamentos (CIMA). En: Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de: http://www.aemps.gob.es/.