Actividad física y exposición solar
Actividad física y exposición solar
Información realizada y revisada por: Laura Sempere Robles. Unidad de Gastroenterología. Hospital General Universitario de Alicante.
Videos educativos: Drs. Santi García, Raquel Vicente y Eva Sierra. Enfermeras: Pilar Corsino y Angeles Morales (Unidad EII. Hospital Miguel Servet. Zaragoza)
Actualización: Mayo 2020
¿Es bueno realizar ejercicio físico en la EII?
La actividad física en la EII incrementa la calidad de vida y aumenta la densidad ósea, sin mermar en la evolución clínica de la enfermedad. En periodos de actividad de la enfermedad, la realización de ejercicio puede estar muy limitada por la presencia de anemia, afectación del estado general, desnutrición y clínica intestinal del paciente. En la medida de lo posible se deberá intentar mantener cierta actividad física para evitar la atrofia muscular en los periodos de actividad, sobre todo en aquellos pacientes en tratamiento con corticoides.
¿Qué tipo de ejercicio físico se debe realizar en la EII?
Se debe establecer un programa de ejercicio físico personalizado en cada paciente, en función de la edad, la existencia de otras enfermedades concomitantes y las limitaciones debidas a la actividad de la enfermedad y a la medicación administrada. En los pacientes en tratamiento con corticoides se aconseja evitar ejercicios que sobrecarguen las articulaciones y las estructuras óseas para evitar complicaciones.
Unidad EII. Hospital Miguel Servet. Zaragoza.
Dr. S.García. Dra. R. Vicente. Unidad EII. Miguel Servet. Zaragoza.
¿Es buena la exposición al sol en la EII?
La mayor parte de la vitamina D del organismo proviene de la producción a partir de la radiación ultravioleta recibida por el sol y en menor medida de la ingesta de alimentos ricos en vitamina D . En la Enfermedad de Crohn, hasta una 60-75% de los pacientes presentan déficit de vitamina D . En el caso de la Colitis Ulcerosa, hasta un 55% de los pacientes presentan este déficit.
La vitamina D, entre otras funciones, favorece la absorción de Calcio, mineral fundamental en el mantenimiento de la salud ósea. En este sentido una adecuada exposición solar ayudaría a disponer de los necesarios niveles de vitamina D en nuestro organismo.
La radiación ultravioleta está claramente relacionada con la aparición de tumores en la piel y reacciones de fotosensibilidad a fármacos. En relación a la producción de tumores, los efectos de la radiación ultravioleta recibida se van acumulando a lo largo de la vida, en lo que se denomina la “memoria de la piel”. Además, el riesgo de tumores en la piel está incrementado en pacientes bajo tratamiento con fármacos inmunosupresores .
Por estos motivos, y por la alta frecuencia de tratamientos inmunosupresores a lo largo de la evolución de la enfermedad, se debe evitar una exposición excesiva a la radiación ultravioleta en “todos” los pacientes con EII, incluso en aquellos sin tratamiento inmunosupresor.
El objetivo, por lo tanto, es conseguir niveles apropiados de vitamina D sin asociar los efectos nocivos de la radiación ultravioleta, se recomienda:
Medidas de prevención solar
- Evitar exposición la exposición al sol entre las 12:00 y las 16:00, horas de máxima radiación ultravioleta.
- Usar prendas de vestir como camisetas, gorros y gafas para protegerse del sol.
- Evitar las cabinas de bronceado.
- Aplicar correctamente cremas con factor de protección solar muy alto, entre 30 y 50; y que contengan filtros para rayos UVA y UVB.
- Para que los protectores sean efectivos debes seguir las siguientes pautas:
- Usa la cantidad suficiente cubriendo toda la superficie corporal. No olvides zonas como orejas o el cuerlo cabelludo en el caso de los niños pequeños.
- Aplica los productos siempre con la piel seca. Si la piel está mojada, las gotas funcionan como una lupa y aumentan el riesgo de que se produzcan quemaduras.
- Realiza la primera aplicación al menos 30 minutos antes de exponerse al sol.
- Durante la exposición solar reponga el fotoprotector después de cada baño prolongado (más de 20 minutos) o cada dos horas.
- Emplea fotoprotectores resistentes al agua y repóngalos después de cada baño superior a los 20 minutos.